"LA FORTALEZA DEL SER HUMANO ES CONOCER SU DEBILIDAD; SI QUIERES SER FUERTE SUPERA PRIMERO TU DEBILIDAD" "EL ILLO"

sábado, 4 de febrero de 2012

¿IDENTIDAD O VANIDAD?


La búsqueda de la identidad, el de constituirse único en el cosmos es la reacción inconsciente de mantenerse inmortal en un mundo efímero, el  de dejar una huella en la arena de la vida. Radica en ese punto tal vez la diferencia de sobresalir en un universo infinito ò de pasar por desapercibido para la infranqueable evolución. Al final, las dos opciones son tan vanas como sin sentido; sin embargo,  aceleran el motor de emociones y sentimientos en una realidad vestida de mentiras o creencias ficticias sobre la razón de existir.
La esencia de la identidad es la individualidad, esta busca alcanzar un poder personal y persuasivo, en ocasiones tan atractivo como nocivo para quien lo detenta. No es esto un marco filosófico, sociológico o psicológico, ni lo pretende ser; es más bien una interpretación aislada basada en una observación general que no escapa a la inevitable flecha de la subjetividad que se encuentra en cualquier exposición de ideas.

 Volviendo al asunto debo indicar, que este poder no necesariamente es social o de manipulación general, basta la admiración del perro domesticado hacia su amo para hacerlo sentir único.
Lo triste de la historia es que por más sonadas proezas que se hicieren, tarde o temprano nos alcanzará inevitablemente el cese de nuestros latidos, por dramático que suene, y para nosotros esa será la única realidad; el resto de ideas, honores, herencias, defectos y virtudes quedaran sólo como motivaciones para creernos o sentirnos inmortales en un mundo que no cree ni en la vida misma; pero que a pesar de ello, le da la singular característica de bella y esperanzadora,  sin la cual el dilema de Shakespeare de “ser o no ser” lo resolveríamos en contra de nosotros mismos desde el momento en que meridianamente lo pensáramos asì.

Por todo lo dicho,  se debe tratar al menos de discernir diariamente si esa que llamamos “identidad” realmente se convierte en una “vanidad", pues,  si es asì, podríamos terminar repitiendo la historia de Salomón quien al final de sus días  declaro: “¡En esta vida nada tiene sentido! ¡Todo es una ilusión”; ni tampoco leyendo el Eclesiastés sobre que “todo en la vida es vanidad”.

Ciertamente la vanidad nos hace perder tiempo, acorta la vida, nos adentra en encontrar objetivos superfluos  mal gastando el tiempo y dejando los sueños realizables desde joven en puros deseos alcanzables, a tal punto es esta paradoja, que muchas veces escucho “cuando sea viejo quiero terminar mis días en tal parte y haciendo tal cosa” cuando no se necesita esperar la ancianidad para vivir en libertad y en pleno goce de lo querido en armonía con el corazón; basta, no lo niego, que encontremos los elementos básicos para obtenerlo, lo que no es tarea fácil, para comenzar realmente a disfrutar de los días en que viviremos.

La vida no puede convertirse en una cadena de actos de abandonar lo realmente bueno por lo que "parece" mejor ya que puede llegar a ser una gran equivocación. Caer fascinados al punto de dejar lo que ya teníamos y correr detrás de lo nuevo para descubrir que solo era una ilusión, es un camino que muchos transitan en las relaciones humanas en lo familiar, laboral y personal.
Son solo reflexiones que desentierran una verdad que mañana taparé probablemente por vanidad. Dios los bendiga.







 

DERECHOS DE AUTOR Y REGISTRO TECNLÓGICO.

ATENCIÓN:
Queda prohibido todo acto de distribución, copia o comercialización de los post sin autorización del autor o sin citar los derechos del mismo. El sistema electrónico rastreará en toda la red sus contenidos y verificará si se cumplen estos requisitos; de lo contrario, se expone a responder penal y civilmente por ejecutar las mencionadas conductas.