Me dirijo apresuradamente en taxi a su encuentro, siento con emoción los lindos recuerdos de ilusas añoranzas, a mi pecho enceguecido por los latidos hirvientes de una pasión inocua.
Después de haber llegado, de haber transcurrido sólo seis horas de mi llegada, tal vez un poco mareado, pido que me escuches como siempre, debo decirte aun con lucidez, que en verdad eres sólamente una ficción de un dia, de un momento, de un recuerdo tan efímero como tu compañía.
A veces me pregunto: Qué puedo compartir contigo?: Una flor marchita, un pasado cruel, un gesto de indiferencia, un acto desmedido, sólo por unos minutos de dinero y nada más.
Si esos minutos se te alargaran en el tiempo en proporción al dinero, de tal manera que te volverías rica con mi compañía para siempre, te aseguro que en pocas semanas desearías ser la más desdichada miserable antes que compartir tu corazón conmigo.Que maldirías haberme conocido, que encontrarías un millón de defectos convirtiéndome en una bestia salvaje.
Por eso, cuando en voz baja me sugieres un placer efímero, no dudo en aceptarlo; pero asimismo simultáneamente debo aceptar la condena perpetua de mi conciencia por rechazar a aquella mujer que me espera con quejas, dichos y palabras amargadas; pero con los brazos abiertos tal fuera la primera vez que sentía la sensación de lívido que hoy tú no alcanzas a ofrecerme con todo tu arte en el oficio.
Que porqué lo hago? preguntas con tus sonrisa de inquisidora y de cómplice a la vez: Lo he tratado de analizar y existen muchos vanos argumentos; sin embargo, la verdad sea dicha, es sólo por vanidad, ya que si al compararlas con razón, obligación es concluir, que no le llegas ni a los pies a aquella mujer, si quiera en los placeres mundanos de la carne. Entonces, no te engañes, ni me engaño, toma tu dinero por tu tiempo, hoy no, y mil veces no. Voy en busca de esa mujer, no me interesas, no eres sino la pantalla donde el filme de mi vida se quiere proyectar, eres ilusión de mi mente, no eres pasión, ni sensualidad, no eres ni un capítulo, ni una hoja en blanco de un libro cualquiera, sólo eres lo que yo quiero ver.
Suéltame te lo pido, no me repitas que estoy borracho, pues, aunque lo esté, es la verdad inhibida por el alcohol que me empuja a buscarla; más bien toma tu dinero, mi dinero, ese que gano bajo la explotación del millonario, bajo la necesidad de mantener a una familia; que sin embargo, va a parar a tus bolsillos para mantener otra que no fue ni es la mía.
Mientras, nose si aquella mujer, conociendo esto y haciéndose la tonta, aun me ama, aun me espera. si sólo queda la unión por compromiso por una familia, si ese macho que soy aca con pintas de semental la hace sentir por lo menos un poco, porque cuando el amor muere en una mujer, muere también su cuerpo frente al hombre que ya no ama.
lloro a la vida, a mi mismo, a las paradojas, a no entender lo entendido, a no aceptar lo aceptado, a ser un incapaz frente mi capacidad. No más, no me des otro trago, me siento mal, mañana como siempre nos veremos, tu actuando y yo pagando para que actúes, mientras, mientras, aquella mujer espera hace 17 años que la lleve al cine o el teatro.
Se que perderé lo poco que me queda de un amor real, es sólo cuestión de tiempo, y, tu desdichada, no estaras a mi lado para consolarme,salvo que te traiga tus míseras monedas para que inicies tu actuación.
De esa forma el borracho durmió plácidamente en las piernas de aquella "dama" que sólo observaba el minutero del reloj que marcara la salida del sol para sacar la cuenta e ir a descansar con el resultado de una noche de poco trabajo, pero de mucha ganancia.
