"LA FORTALEZA DEL SER HUMANO ES CONOCER SU DEBILIDAD; SI QUIERES SER FUERTE SUPERA PRIMERO TU DEBILIDAD" "EL ILLO"

miércoles, 4 de julio de 2018

LOS RECUERDOS DEL MAÑANA


Recuerdos permanentes, insistentes, incisivos, indolentes que me matan sin que muera; recuerdos que reviven ausentes, recrean sonrisas y reuniones de seres aún vivos que tenían esperanzas y alegrías, que ahora lucen frustrados y muertos, que ya no viven como antes.

Recuerdos que lastiman por una historia que yace trunca, que no volverá, que se instalan en forma exacta en la memoria a medida que avanzamos con la edad. Pensar en lo que pudo ser y no fue, es el ejercicio más inocuo del ser humano, que al mismo tiempo causa deleite en discernir. Es como si uno viviera lo que vivió y lo que no vivió al mismo tiempo. Se suele congelar escenas que duelen, otras que sacan una sonrisa que nadie entiende, la adelantamos sin darle la importancia necesaria.

Recuerdos caprichosos, emergen sin llamarlos, sobresalen sin importar el lugar, la hora o con quien uno se encuentre, sin que les importen si estoy despierto o dormido, ellos colocan andar la película de la vida y aunque cierre los ojos, no quiera oírla; la veo cada vez más clara y con mejor nitidez y, lo mejor o peor, es que una vez obligado a observarla, me place recrearla cada vez con colores más diáfanos y entendiendo el guión como nunca.

 Recuerdos que nos hacen sonámbulos despiertos, que hacen que la mirada se extravíe en un destino cualquiera traspasando paredes, el tiempo y el espacio y me mantenga atento a una conversación sólo por cortesía. Se convierte en un don, en una habilidad que algunos tenemos, estar en el mundo de los vivos y en el de los recuerdos al mismo tiempo, es más, a veces los entrelazamos con comparaciones  graciosas que pocos entienden.

Recuerdos que nos adentran en una vida indescriptible, cuyos detalles sería imposible relatar a los demás, no alcanzaría el tiempo; imposible. Los recuerdos son tan lentos y detallados como el pasado mismo. El tiempo de vida es igual al tiempo de los recuerdos; sólo quedan resúmenes, conclusiones que nadie, salvo uno, puede comprender con exactitud. ¿Para qué en vano condenar  a otro a ver la tragedia,  que uno solo puede ver? ¿Para qué invitar a otro a reír o alegrarse con la comedia, que sólo uno puede ver y entender?. A veces, con mucho esfuerzo, los recuerdos se podrán compartir como un ropaje contra la intemperie; pero, sólo a nosotros nos abrigará del frio de la ausencia.

Recuerdos que son justo el resultado de lo que hemos vivido y nos indica lo que nos falta vivir.  A mayores recuerdos más es la vida que hemos vivido y menos la que nos falta por vivir. Los recuerdos constituyen la vida misma, se viven por dentro sin que puedan ser vividos por fuera. Con el tiempo y por amor, se comparte la vida con los demás; pero la verdadera vida cada uno la lleva en sus recuerdos.

Recuerdos son permanentes, no pasajeros, no efímeros, evadirlos no tiene sentido, triunfaran siempre, se deben afrontar, algunos buenos, otros no tan agradables, sufridos y generan lamentos profundos internos que brotan del corazón como bebe abandonado; pero justo es lo que integra con el pasar del tiempo la única vida que viviremos. Para qué abandonar los recuerdos, si es lo que somos, es lo que fuimos y parte de lo que seremos. Si no tenemos recuerdos podemos llegar a perder la razón de existir, del esfuerzo y sacrificio de haber vivido, del valor de haber superado esquemas. Uno puede perder la memoria; pero jamás perderá los recuerdos, si se extravían se recuperan fácilmente aun sin buscarlos.

Recuerdos que en algunos ancianos se convierten en el tema de conversación diario porque ha sido su única vida y por más que no queramos escucharle, tienen razón en contarla porque es lo único que hicieron y con eso se irán. Abstraerse de ellos para no molestar es imposible para muchos viejos. No están equivocados si pensamos que los recuerdos del mañana son el futuro de hoy o viceversa.

Recuerdos que a veces generan trastornos, rayan con la locura, que por la cadena de acontecimientos pueden restar el valor al porvenir; pero, no habrá que preocuparse, es sólo por un momento, tarde o temprano revertiremos el orden de las cosas y concluiremos, que por el contrario, generan ganas de vivir, inclusive aunque no sea cierto.

Recuerdos insensatos, indolentes que se asientan cada vez más en mi alma, retazos de ellos contaré, de otros pedazos bromearé y de algunos extraeré moralejas y ejemplos de superación para los demás; pero la verdad es que en su integridad, sin partirlos, no tiene ninguna utilidad más que vivir lo que se vivió, lo cual no es malo, es lo que somos, es nuestra compleja identidad.

Dios y mama linda, ayúdame por favor a cargar con nuestras vidas, con nuestros recuerdos, con lo que hemos vivido y han vivido alrededor de nosotros, por lo que fue y ya no es, por lo que tuvimos y ya no tenemos, por lo que no podemos expresar en razón de lo doloroso del recuerdo, por la desilusión, y aliméntanos con la esperanza de revivir nuestros recuerdos en otra vida con los seres que jamás perdimos.




domingo, 20 de mayo de 2018

domingo, 28 de enero de 2018

MI ETERNO GORRION

Mi gorrión con su lindo y tierno canto aleja mis tristezas, seca mis heridas,  me llena de encanto. Ese gorrión aunque no pueda verle porque se esconde en los arboles del tiempo y la distancia, mantiene su  canto cercano a mi afligido corazón.

¡Què hermoso que canta ese gorrión para mí!, ¡cómo se esfuerza para que  lo escuche dando gracias a la vida, siguiendo el designio de Dios!. En las mañanas canta como ninguno, no le importa la gente, no le importa el tiempo, las tempestades ni los huracanes, se mantiene incólume para trinar su esperanza, como si mi vida fuera la de èl.

A veces pienso que debería descansar tan solo un poco; pero es en vano dicho empeño, porque cada vez que me asomo, como vigilante lanza su canto, no lo veo, ni me ve; pero aun así, no descansa hasta que su trino saca una sonrisa de mi corazón. ¡Allí estas nuevamente gorrión!, gorrionsito, que llevo en mi piel, en mi cuerpo, en mi mente, en mi corazón y en mi alma, con su incondicional canto hace comprensible los desaciertos arropando con su manto protector la desdicha del sufrido.

No es inusitado su amor, el gorrión siempre ha estado cantando para mí. No puedo negar mis tristezas porque el gorrión resultó herido por los avatares de su vida difícil; pero guerrera y apartando sus penas, secando sus lágrimas, se ha mantenido entre las dificultades solo para seguir cantando y ¡miren que lindo que canta!, ¡quién podrá decir que no es el mismo gorrión, mira como alza sus débiles alas cuando me siente, saca fuerzas donde no tiene, como pomponeándose orgullosa porque debe cantarme, se le olvida los tropiezos, sus límites, su dolor y saca su voz de amor eterna!.

No salgas, le dicen, de tu nido seguro, que guarde energía yo mismo le exclamo; pero el olvida cualquier lamento, todo sufrimiento, sale como sin pensar y saca, para alegrar mi vida, su último aliento. Lo he sentido desfallecer y aun cantar, ha caído y aunque a veces sintiera que no puede, sin fuerzas se las arregla en su mente para cantarme mágicamente y yo en mi mente escucho su canto.

¡Què lindo gorrión, que amor que brota, escuchen todos por favor al gorrión eterno de mi vida, escuchen su lindo canto, que importa si lo veo, que importa si me toca, si canta para mi como la primera vez. Lucha para seguir cantando y aunque no cante sigue cantando!.

Mi lindo gorrión que amo, que lindo gorrión que suaviza mis penas, que tierno gorrión indefenso cuyo tiempo hace mella en su cuerpo; pero no en su espíritu, no en su alma y en su corazón.

Gorrión eterno, gorrión gracioso que endulza la amargura de las propias penas y las ajenas, sigue cantando, gorrionsito, aunque no cantes, gorrión sigue alzando tus alas aunque no vueles, sigue gorrión que yo te escucho, te escucha mi corazón más fuerte que mis oídos. Gorrionsito lindo canta, canta,  canta tu canto libertario de mi vida orgullo de tus logros.

Solo te pido algo gorrionsito de mi vida, enséñame tu canto,  quiero cantar para que el universo sienta mi espíritu como el tuyo, enséñame como trinar para endulzar las tristezas, para perdonar, para desafiar los desengaños, para mantener la esperanza, enséñame a enseñar. Gorrionsito, sobre todo muéstrame como cantar sin cantar. Te amo gorrión distante y cercano.

Se que mi canto no iguala al tuyo, gorrionsito, pero te pido por favor, que me enseñes a cantar para cantar mi llanto y sanar el tuyo. Escucha gorrionsito mi voz que te da mi más profundo amor para aliviar tus penas.

No te desanimes gorrionsito porque tus patitas y tus alitas estén débiles; pero tu voz es fuerte y se escucha no porque provenga de tu boca o garganta; sino porque brota fuertemente del corazón.

TE AMO MI GORRION ETERNO, TU CANTO  ESTA GRABADO CON TINTA INDELEBLE  PARA SIEMPRE EN MI CORAZON RECORDARIO. SIGUE CANTANDO, VAMOS GORRION, TU PUEDES, SIGUE CON TU CANTO.


TU MI MADRE QUE TE AMO SIEMPRE SERAS MI HERMOSO Y LINDO GORRION. GRACIAS MAMITA .     

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